Editorial
Fundan una nueva Ciudad Rural Sustentable en Santiago del Pinar, en la Zona Altos de Chiapas, y los medios parecen tener amnesia.
Hasta ahora, las notas que circulan en varios diarios como El Universal, La Jornada, Notimex, Chiapas Hoy, Contacto Digital y El Informador, paracen salidas de prensa y comunicación estatal y/o federal. No hay en ellas un sólo comentario crítico ni un dejo de desconfianza: se limitan a dar parte oficial del hecho.
En su discurso, Felipe Calderón y Juan Sabines insisten en hacer distancia con los anteriores gobiernos, los «otros» priístas. Los medios reproducen esas afirmaciones sin más, olvidando el acuerdo con notario público presente, conocido como la Declaración de Comitán, entre Roberto Albores Guillen (exgobernador del Estado responsable de articular grupos paramilitares en uno de los peores periodos de guerra contrainsurgente contra el EZLN) y Sabines, dónde este último se comprometió a darle continuidad a las políticas, obras y negocios del anterior.
No mencionan nada acerca del incumplimiento de los Acuerdos de San Andrés por parte del gobierno federal y la indiferencia hacia ello del gobierno estatal, ni de la comodidad para los negocios que esto les trae a los representantes en turno. Tampoco «sospechan» la relación entre los tantos intentos de reubicación en la zona y la Iniciativa de Integración Mesoamericana, heredera del fracasado Plan Puebla Panamá.
También olvidan las denuncias que la gente «incluida» en el proyecto ha hecho a partir de su anuncio. El 19 de noviembre de 2010, en una nota publicada en Mirada Sur, , Manuel de la Cruz escribió que en entrevistas a los futuros pobladores de dicha reubicación estos le comentaron que «el mayor problema aparte de su tamaño, radica en los materiales con los que las casas de esta Ciudad Rural están construidas», un tablaroca que a su parecer las hace «casas de cartón». También, algunos expertos le comentaron su preocupación, pues “la forma en que están construidas no evitarán los peligros de deslaves o el colapso en sus débiles estructuras sobre las que están montadas las viviendas”. Incluso, un trabajador de la CFE que trabajaba en las instalaciones le bromeó que “las casitas de juguete de (The) Home Depot son más grandes, más baratas y mucho más resistentes”.
Además, junto con la cetificación de Tuxtla Gutierrez como una de las 231 ciudades seguras del mundo, da la impresión de que más que políticas públicas, los anuncios de ayer son garantías para una gran venta.