Ecuador y el Tratado de Libre Comercio (I)

3 08 2008

Eduardo Ruilova Quezada

04/Dic/2004

publicado en rebelion.org

El coronel Lucio Gutiérrez Borbúa ha convertido al TLC-ALCA en su ‘objetivo nacional’, dando satisfacciones a su mejor amigo George W. Bush. Desde la fracasada Cumbre de Monterrey, considera que este ignominioso acuerdo es el ‘puente al Primer Mundo’. Pero eso no detiene al Presidente, y para demostrar su verdadero aprecio, pide la renuncia a la Economista Elsa de Mena ex directora del SRI, por atreverse a cobrar el IVA petrolero a la Occidental Exploration and Production Compañy. Pero la embajadora norteamericana, no contenta con eso, y para continuar las negociaciones sobre el TLC, exige soluciones rápidas y prácticas a los problemas que tienen las empresas: BellSouth que reclama a Pacifictel el pago de 10.000.000 de dólares; la IBM reclama un reembolso a las aduanas del Ecuador por servicios prestados; la Duke Energy, propietaria de Electroquil pretende que no se le cobre lo que adeuda a Petroecuador por concepto de venta combustibles; Johon Tomich y Bruce Hadwin ejecutivos de la termoeléctrica Machala Power, subsidiaria de la empresa norteamericana Noble Energy Inc., exigen el pago de 7.500.000 dólares por la venta de energía eléctrica en los dos últimos años; en el juicio de los indígenas amazónicos que siguen a la Texaco pretende un fallo favorable a la transnacional.

La señora Virginia Vargo, jefa de la misión negociadora norteamericana, al ser consultada sobre los inconvenientes entre el gobierno ecuatoriano y empresas norteamericanas dijo: ‘.Confío enormemente en que el gobierno de Ecuador pueda dar un paso para que esto se resuelva. Sin embargo, parte de ese proceso tendrá que conciliar sobre los derechos que tiene aquellos inversionistas. El acuerdo contempla usar arbitrajes que sean vinculantes. Sería importante que Ecuador tenga un récord de que realmente honra dichos fallos.’ . Deja claro que primero están los intereses norteamericanos y sus soluciones, para luego continuar las negociaciones sobre cualquier tema que sea de interés para cualquiera de las partes.

El gobierno norteamericano con la firma del TLC, pretende liberalizar nuestras fronteras para el libre ingreso de sus productos. Ellos en cambio a pretexto de impedir el terrorismo y las fuertes oleadas migratorias, aplican férreos y humillantes controles para el tránsito internacional de personas hacia los EEUU, la indolencia norteamericana en el tema de derechos laborales es palpable ya que solamente ha ratificado 18 de 54 convenios de la OIT, mientras millones de inmigrantes continúan indocumentados trabajando sin cobertura en derechos laborales, debido a que no disponen de derechos ciudadanos, razón por la cual los inmigrantes trabajan en condiciones infrahumanas, realizando labores infamantes, es decir se han convertido en reemplazos de los norteamericanos, en ocupaciones que ellos las consideran denigrantes.

Con este acuerdo comercial tratan de reprimir cualquier incumplimiento a las leyes del mercado por parte de los países con economías en desarrollo, hoy reforzado por normas de la OMC y afines. ‘En Estados Unidos a menudo se habla del ‘estado de derecho’, su pretensión es instaurar medidas unilaterales, refleja un rechazo al estado de derecho a escala internacional. Estados Unidos está a favor de reglas del juego globales, pero le preocupa que la Organización Mundial de Comercio o el Tribunal Penal internacional puedan transgredir su soberanía. En resumen, está a favor del estado de derecho en la medida en que se adapte a sus deseos’ .

En la mesa de negociaciones, al gobierno le han hecho una propuesta de libre comercio, que para consolidar el dominio imperialista se respalda en las tesis neoliberales y en la estrategia de seguridad nacional norteamericana. La táctica económica se ampara en la liberalización de los mercados, apropiación de recursos naturales, reducción de costos laborales, mano de obra barata con las maquilas, y futura dolarización de América Central y del Sur. La táctica militar la establece con: el Plan Colombia I y II, el Plan Patriota, la Iniciativa Regional Andina, el Plan Puebla Panamá, el Plan Dignidad, y Plan Amazonas, y las maniobras o ejercicios militares: Cabañas, Aguila, Unitas, Cielos Centrales, Nuevos Horizontes, Fluvial.

Para el doctor Robinson Salazar Pérez ‘El eje de los tres planes (Dignidad, Colombia y Puebla Panamá) está constituido por los siguientes conceptos Democracia, reducción pobreza, esfuerzos antidrogas, consecuencias ambientales del narcotráfico y apoyo a los Estados Unidos en su lucha antiterrorista; de ahí que en los tres documentos haya un énfasis por ‘Fortalecer las democracias frágiles, luchar contra la pobreza y mejorar la cooperación regional contra el tráfico de drogas’, aunque no dicen cómo se instrumentalizaría la estrategia en cada uno de esos aspectos, sí se nota un fuerte incremento de paramilitarismo en las tres regiones, básicamente en Colombia con la administración Uribe, quien ha incorporado a la población civil campesina y marginal popular en las labores de contrainsurgencia (.) de igual manera se ha notado la tendencia incremental de grupos civiles armados que atacan permanentemente a los municipios libres y a los dirigentes zapatistas en Chiapas, Oaxaca y Guerrero; en Bolivia la represión ha crecido a partir de la fuerza que ha mostrado el MAS después de las elecciones de este año’ .

Desde su óptica al imperialismo le está permitido, desconocer la vigencia de los derechos humanos a escala internacional, desatar guerras injustas en el mundo, e insistir y amenazar para el otorgamiento de inmunidad para sus soldados dispersos en bases militares de América Latina y el mundo. Responsables son, de crímenes de guerra como en Vietnam, Granada, Nicaragua, Panamá, El Salvador, Colombia, Yugoslavia, Irak, Somalia, Hiroshima. Sobre ellos recae también la responsabilidad de 200.000 muertos y desaparecidos en América del Sur, al ser auspiciantes y encubridores de sanguinarias dictaduras militares.

Con el TLC el continente y el Ecuador pierden, ya que es resultado de la imposición de intereses corporativos transnacionales de origen norteamericano, pretendiendo hacernos creer que las formas de comercio neoliberales son las únicas y connaturales a la evolución humana. Pero, lo que de verdad está en juego son los derechos humanos, la dignidad, la soberanía y la supervivencia de los que hacemos América Latina. No caer en la trampa de la inevitabilidad del TLC, es lo fundamental, se firme o no dicho tratado, no invoca la desaparición como Estado, y en aras de la soberanía que disponemos, tenemos y nos asiste el derecho de buscar nuestro propio desarrollo, bien sea solos o en comunidad, pero siempre preservando nuestra identidad.

Los diversos gobiernos norteamericanos han venido manteniendo múltiples medidas proteccionistas a lo largo de su historia, así tenemos: los subsidios directos a las exportaciones, las ayudas internas a los productores agrícolas, las barreras no arancelarias y la aplicación sistemática y unilateral del dumping, en sus productos de exportación subsidiados, leyes antidumping a los productos importados que amenacen su producción interna. Por ello el premio Nóbel de Economía Joseph E. Stiglitz afirma que: ‘Los acuerdos de libre comercio no garantizan el libre comercio. Esto se debe a que los EEUU utiliza muchas medidas proteccionistas para bloquear las mercancías extranjeras’ .

En demostración de imposición y poderío los EU.UU, en toda firma del TLC con otros países han negociado una cláusula especial denominada ‘ratchet’, la cual no permite a los países que retrocedan en las reformas aperturistas luego de la firma del tratado. La norma se aplica especialmente en servicios: telecomunicaciones, seguros, minería, petróleo, energía, agua. En caso de que se dé apertura luego de la firma del acuerdo los beneficiarios será el socio comercial, es decir los EEUU De plantearse una reforma para impedir la privatización de los servicios, ésta no corre o no se aplicará a los socios comerciales. En una palabra como nos sucedió con la dolarización, no hay vuelta atrás.

El mayor peligro del TLC es que reclama para la inversión extranjera una protección indiscriminada, despojando a los Estados de su capacidad de intervenir en defensa de los intereses públicos y del medio ambiente. En la actualidad quieren aplicar el Capítulo 11 del NAFTA, que establece mecanismos supranacionales secretos de arbitraje para dirimir las controversias; es decir, omitiendo nuestro marco jurídico. En otras palabras las compañías norteamericanas pueden demandar a los Estados en caso que consideren que están perdiendo ganancias.

El Tratado de Libre Comercio, de ninguna manera garantiza la entrada libre y en mayores volúmenes de productos y mercancías latinoamericanas en el mercado norteamericano; por el contrario, se revierte en una avalancha de productos provenientes de Estados Unidos que devastará lo que queda en pié de la producción nacional o regional. El TLC no es un tratado comercial como pretenden hacernos creer, sino es una carta de garantía para la libre circulación y protección de capitales e inversiones de las corporaciones norteamericanas. Recordemos que sin la necesidad de este tratado, ya el comercio se realizaba entre Ecuador y Estados Unidos. La razón del TLC es la seguridad y protección para las inversiones norteamericanas en Ecuador.

Lo que Estados Unidos pretende es: 1) Apropiarse de los bienes y servicios que posee el Estado, recursos naturales y propiedades estatales, telecomunicaciones, petróleos y minería, propiedad intelectual y conocimientos ancestrales, biodiversidad, agua, salud, educación, seguridad social; 2) Eliminar la soberanía del Estado, haciendo que los juicios se tramiten en cortes internacionales las demandas de las transnacionales norteamericanas; 3) Descartar las leyes que impidan la explotación de los recursos naturales; 4) Obtener total apertura en nuestros mercados, es decir no pagar impuestos de sus bienes y capitales, a cambio nos darán aperturas comerciales reguladas a determinados artículos de los sectores primarios de la economía. Con el tiempo todo lo convertirán en mercancías, todo tendrá valor y será transferido a terceros, y como es lógico, las colocarán de acuerdo a su sistema jurídico. Cuando reaccionemos será tarde.

Por ello la embajadora Norteamérica Kenney reconoce que ‘el TLC que negocian Colombia, Ecuador y el Perú con los EEUU es para dejar las reglas de juego claras y dar seguridades a la inversión extranjera. ‘Eso es parte de nuestro trabajo global’, insistió’.

Cifras que inquietan y preocupan Los Estados Unidos, en el año 2.003 mantuvo un déficit comercial aproximado de 500 mil millones. El déficit de su cuenta corriente ascendió a 614 mil millones el pasado año. A ello debemos agregar el déficit presupuestal que oscila en 374 mil millones, que pretende subsanar mediante gastos militares de terceros países especialmente subdesarrollados, a los cuales absorbe aproximadamente 1.500 millones de dólares diarios. Su tasa de desempleo actual está alrededor del 7% lo que refleja la profundidad de la crisis.

La persistente crisis de los gobiernos norteamericanos, los obliga a convertirse en una economía sustentada en las exportaciones que por necesidad y emergencia busca desesperadamente penetrarse en mercados donde las corporaciones norteamericanas puedan vender y obtener ganancias por sus inversiones y fáciles movimientos de capital.

Desde los años 80s, las corporaciones norteamericanas ‘compraron’ a precios de gallina con mal -como dice nuestro pueblo-, unas 4,000 empresas públicas latinoamericanas, principalmente: Bancos, telecomunicaciones, transporte, petróleo, generadoras de energía eléctrica, minería, agua. Gracias a la aplicación de políticas neoliberales, y ahora, mediante la aplicación del TLC quieren hacerlas irreversibles y no devolverlas a los países en los cuales las usurparon. Muchos Bancos norteamericanos y nacionales mediante mecanismos OFF SHORE se apropiaron de los ahorros nacionales, transfiriendo miles de millones de dólares mediante la fuga de capitales, lavado de dinero sucio producto del narcotráfico y del soborno.

Un estudio de la Universidad de Pennsylvania, dice que: ’36 millones de estadounidenses viven hoy en la pobreza, de ellos 13 millones son niños, y 4.300.000 se incrementaron en la primera administración de George W. Bush. Para el Presidente de la Sociedad Internacional de Estudios sobre la Calidad de Vida Richard Estes, la pobreza crónica es la mayor amenaza para el progreso social en Estados Unidos. Pese a su poderío económico, los recortes de presupuestos para servicios sociales y la pobreza crónica llevaron a la Unión a ubicarse en el puesto 27 entre 160 países, en una clasificación sobre calidad de vida’, subraya el informe.

El desempleo aumenta El Tratado de Libre Comercio entre los EEUU y México, aumentó el desempleo, se conculcaron los derechos laborales, el trabajo se volvió inestable ya que los obreros se vieron obligados a competir entre ellos, ofreciendo más trabajo por menos salario. ‘El dirigente campesino y diputado mexicano, José Narro, de la organización CNPA (miembro de CLOC/VC), dio cuenta del impacto del TLCAN, desde su introducción en 1994, en México, donde el número de pobres se ha más que duplicado. En México actualmente hay 65 millones de pobres, de los cuales 30 millones sobreviven en condiciones de extrema pobreza. La agricultura mexicana se la volcado hacia la exportación y ahora el país debe importar 40% de productos alimenticios, tiene pocas posibilidades de competir en los mercados agrícolas porque EEUU abre y cierra sus mercados según sus propias conveniencias, contó Narro. Se ha alentado a México destinar tierras a la producción para la exportación, y luego no encuentra mercados. Por ejemplo, en los casos del aguacate o del tomate, EEUU cierra sus fronteras cada vez que hay sobreproducción interna’ .

En los Estados Unidos ha sucedido algo parecido, pues, se han perdido medio millón de empleos desde la entrada en vigor del tratado, debido al traslado de fábricas maquiladoras a la frontera mexicana. Aproximadamente 28.000 pequeños negocios han quebrado en México debido a la entrada de las compañías extranjeras; en el 2.003 se perdieron cerca de 700.000 empleos por quiebra de medianas y pequeñas empresas. Según Oxfam, en América Latina y el Caribe viven alrededor de 123 millones de personas en el área rural que equivalen al 25% del total de la población y que dependen directa o indirectamente de la agricultura. De ellos alrededor de 77 millones (67.7%) viven en pobreza y 47 millones en extrema pobreza. Pero también los agricultores de Estados Unidos han perdido con el éste Tratado de Libre Comercio, ya que alrededor del 14.2% de su población rural es pobre y donde más de 500 pequeñas empresas agrícolas van a la quiebra cada semana.

El Tratado de Libre Comercio debilita las normas laborales establecidas en el Sistema Generalizado de Preferencias -GSP por sus siglas en ingles- creadas en el gobierno de Clinton, deja abiertas las puertas para que los empresarios y dueños de fábricas, presionen a los gobiernos y Congresos o Parlamentos para que eliminen la libertad de asociación, y el derecho a conformar sindicatos. Por eso es que la derechista y principal central sindical de los Estados Unidos la AFL-CIO, y las organizaciones sindicales de los demás países se opongan al TLC-ALCA, ya que pretenden conculcar sus más elementales derechos de organización y asociación

La destrucción del medio ambiente es parte del TLC

La incorporación de los recursos naturales al mercado internacional en calidad de mercancías han llevado a su sobre explotación. Como ejemplo tenemos que 15 empresas madereras norteamericanas han establecido sus operaciones monopólicas en México, luego de la firma del Tratado de Libre Comercio con México, consecuencia de ello, en el estado mexicano de Guerrero el 40% de los bosques han sido talados en los últimos ocho años, su tala masiva ha llevado a la erosión del suelo destruyendo el hábitat de la zona. En Chiapas las selvas se siguen deforestando rápidamente. El TLCAN y ahora el PPP permiten inmensas plantaciones agro forestales de monocultivos para la exportación, produciendo cambios climáticos, privatizando áreas naturales protegidas, acabando con los ríos y las aguas del subsuelo.

El TLC y los acuerdos firmados con el FMI y el Banco Mundial, apresuran la degradación del ambiente debido a que los gobiernos eliminan leyes que protegen a zonas naturales delicadas, prevaleciendo el interés de las inversiones. En Centroamérica así como en la zona fronteriza entre México y Estados Unidos, la contaminación de los residuos de las maquiladoras, el desecho de productos químicos y otros productos han acelerado no sólo la degradación ambiental sino las condiciones de salud de la población. En Costa Rica el gobierno provocó un escándalo y protestas masivas, cuando privatizó y entregó a corporaciones transnacionales áreas naturales protegidas.

¿Existe relación entre el plan Puebla-Panamá, el ALCA y el TLC? El Plan Puebla Panamá -PPP- es un supuesto plan para mejorar las condiciones de vida de los habitantes del sudeste mexicano y de Centro América, que por ‘casualidad geopolítica norteamericana’ termina donde comienza el Plan Colombia, El territorio que abarca el PPP tiene más de un millón de kilómetros cuadrados y posee una extraordinaria riqueza minera, petrolera, agrícola, hidráulica, forestal y biológica, según el Banco Interamericano de Desarrollo, en el PPP se invertirán 13 mil 685 millones de dólares, de esta suma el 99,12% van dirigidos a la construcción de carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos, construirán inmensos de complejos energéticos e hidroeléctricos, y de telecomunicaciones.

Por medio del Plan Energético para las Américas firmado por el Presidente Vicente Fox a inicios del 2001 en la ciudad Quebec, los intereses petroleros de los amigos de Bush se verán favorecidos en los yacimientos petroleros, de gas existentes en la plataforma de Campeche, en el Hoyo de Dona, en la Cuenca de Burgos, o en el manejo de los dúctos y plataformas off shore, de las petroquímicas; de las nuevas hidroeléctricas que también implican privatizar cuencas. Constituyéndose en el último grito privatizador las selvas tropicales húmedas captadoras de agua, convertidas hoy en una suerte de inmensos reservorios de agua subterránea, algo similar acontece con los yacimientos minerales de uranio existentes en Chiapas y Oaxaca.

El Area de Libre Comercio de las Américas, el PPP y el Plan Colombia son tres formas de un plan político-económico-militar de dominación de las transnacionales estadounidenses sobre América Latina; el Estado de Chiapas desde que el EZLN se alzó en armas está totalmente militarizado, manteniendo con bandas paramilitares financiadas por los terratenientes de la zona, férreos controles de carreteras y caminos. Algo similar ocurre en Guatemala, en el departamento del Petén, con impresionante desplazamiento militar y paramilitar que de ninguna manera es gratuito.

Precisamente en esas zonas es en donde se construirán inmensos complejos hidroeléctricos que servirán para alimentar de energía barata a los Estados Unidos en un lapso menor de 10 años. Pese al impacto social que causara, el prenombrado plan, sus mentalizadores destinarán solo el 0,88% de la inversión total, es decir unos 170 millones de dólares, lo que significa apenas 2.50 dólares por persona hacia proyectos de desarrollo social, para una población de 70 millones de personas que serán con toda seguridad desplazadas de las regiones señaladas.

El periodista mexicano Carlos Fazio, denuncia que entre los planes empresariales privados, se encuentra la construcción de un gran complejo hidroeléctrico que constará de 5 presas. ‘La obra faraónica -dice Fazio– que comenzará entre el Petén guatemalteco y Marqués de Comillas, Chiapas, y terminará en Tabasco, provocará la inundación de un área de 12 mil kilómetros cuadrados, afectando 800 sitios arqueológicos y asentamientos cooperativistas con más de 50 mil personas, ocasionando pérdidas en millones de árboles de madera preciosa y vida silvestre’.

Existen otros recursos por los cuales el imperialismo quiere a toda costa imponernos el ALCA-TLC, y estos son: petróleo, minerales estratégicos, nuestra amplísima biodiversidad depositada en la Amazonía; sobre los bancos genéticos sobrevuelan los buitres transnacionales de alimentos transgénicos y laboratorios fabricantes de medicinas como la Bayer, Monsanto y Novartis; el agua y el oxigeno, es decir nuestros inmensos mantos acuíferos y nuestros bosques húmedos, especialmente los existentes en la triple frontera entre Brasil-Paraguay-Argentina, zona en la cual existen miles de millones de metros cúbicos de agua subterránea lo cual permitiría sobrevivir al continente por algunos años en caso de producirse escasez.

El agua, petróleo, gas, minerales y biodiversidad provocaran más militarización en los países que cuenten con estos recursos estratégicos. Es por estas cuantiosas riquezas naturales que el imperialismo ha vuelto los ojos hacia la parte sur del continente. El Plan Puebla-Panamá (PPP); el Area de Libre Comercio de Las Américas (ALCA) y los Tratados de Libre Comercio (TLC); el Plan Colombia; la militarización de las regiones estratégicas del Continente Americano, de tierras ancestrales de indígenas y campesinos, la instalación de bases militares de los EU a lo largo del hemisferio; la negativa de los gobiernos a dialogar con los pueblos indígenas como sucede en Chiapas, es la muestra de aquello.

El gobierno mexicano se niega a cumplir los Acuerdos de San Andrés firmados con el EZLN; Guatemala con los indígenas mayas, Bolivia, Perú, Chile con los Mapuches. Allí radica y está toda la explicación por parte de los gobiernos burgueses en no aceptar las propuestas de autonomías, y el respeto a los derechos humanos realizados durante años por parte de los pueblos y nacionalidades que han venido luchando tesoneramente por hacer respetar sus derechos sociales, políticos, culturales.

La Tercera Cumbre de las Américas, realizada en la ciudad de Québec, del 20 al 22 de abril del 2001, identificó nuevas prioridades para la integración hemisférica. Reconocieron y valoraron la integración económica de manera especial la que se lleva a través del ALCA, ya que ‘ella permite el logro de los objetivos previstos en el proceso de la Cumbre de las Américas, que incluye el fortalecimiento de la democracia, la creación de prosperidad y la realización del potencial humano. Aseguraron que la negociación del ALCA tomará en cuenta la amplia agenda social y económica contenida en las Declaraciones y Planes de Acción de Miami y Santiago con el objeto de contribuir a elevar los niveles de vida, mejorar las condiciones laborales de los pueblos de las Américas y proteger mejor el medio ambiente.

Manifestaron que uno de los objetivos generales, es el de procurar que políticas ambientales y de liberalización comercial se apoyen mutuamente, tomando en cuenta lo establecido por la Organización Mundial del Comercio y otros organismos internacionales, de acuerdo a lo que establezca el marco jurídico de los países miembros. Respetar las normas fundamentales del trabajo, y reconocer a la Organización Internacional del Trabajo -OIT- como ‘entidad competente para establecer, ocuparse de las normas fundamentales del trabajo’. Normas que sin ninguna duda serán adoptadas por el Ecuador, para asomar como cumplidores de los acuerdos firmados.

Estas declaraciones de control y cuidado del medio ambiente, son expresiones demagógicas que quedan en el papel, es más, en la última declaración de Quito se deslindan de toda responsabilidad, cuando en la famosa Declaración Ministerial, durante Séptima Reunión de Ministros de Comercio del Hemisferio Quito, Ecuador, realizada el 1 de noviembre de 2002, en su numeral 11 expresan: ‘Rechazamos el uso de normas medioambientales y laborales con fines proteccionistas. Muchos Ministros reconocieron que las cuestiones medioambientales y laborales no deberían ser invocadas como condicionamientos ni sometidas a disciplinas cuyo incumplimiento esté sujeto a restricciones o sanciones comerciales’.

Con ello se ratifican lo que han venido haciendo desde mucho tiempo atrás empresas transnacionales que no tienen el más mínimo cuidado y respeto por la naturaleza. Recordemos que empresas, como ‘Transierra y Petrobrás de Brasil, dieron inicio a las obras del gasoducto Río Grande-Yacuiba excavando y enterrando tuberías que afectaran a tierras indígenas guaraníes. Por su lado, Petrobrás y la Repsol española pretenden explorar en los parques nacionales Madidi y la Reserva de la Biosfera y Territorio Indígena Pilón Lajas. El negocio es tan jugoso que las exportaciones de gas a Brasil podrían significar un ingreso a las corporaciones de por lo menos 5 mil millones de dólares en los siguientes 20 años, y el gobierno boliviano recibiría mientras se lo permitan, solo 80 millones de dólares al año como impuestos y regalías…’

‘También las reservas de gas de Bolivia son el centro de la ambición ya que se calcula que podría tener un valor de 80 millones de dólares al ano. Esto equivale a 10 veces la producción de bienes y servicios de un ano. La reserva boliviana de gas se calcula la más grande de Sudamérica y superiores a las de Argentina, Brasil, Chile y Perú juntas, y ya están en manos de Repsol, BP, Petrobrás, Pluspetrol, Tesoro BG, Vintage y Maxus entre otras. Para el Ministerio de Desarrollo de Bolivia, el gobierno dejo de percibir 3.152 millones de dólares al bajar los impuestos a los campos hidrocarburíferos de las transnacionales del 50 al 18%.

Por si fuera poco, el gobierno boliviano ha avalado el Proyecto de Exportación de Gas a EU y México a las corporaciones transnacionales British Gas, British Petroleum (BP) y Repsol YPF aglutinados en el Consorcio Pacific LNG, y a las empresas Sempra Energy y Pan American Energy. Es en este país donde las nuevas iniciativas legales de Reglamento de Expropiaciones y Servidumbres en el sector de Hidrocarburos y el proyecto de Modificaciones al Reglamento de Ductos, le otorgaría a las transnacionales ser dueñas no solo del gas y petróleo bolivianos, sino de las tierras. Es en Bolivia donde el gobierno ha ido privatizando la paraestatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) a las empresas extranjeras así como su gas y pozos petroleros, en un país donde su energía proviene en un 90% del petróleo y del gas’ .

En nuestro país entre los últimos días de Octubre y los primeros de Noviembre del 2.002, con la presencia de más de 850 empresarios, 34 Viceministros de Comercio Exterior agrupados en el Consejo de Negociaciones Comerciales CNC, y cerca de 1000 delegados del continente entre campesinos, activistas, trabajadores, representantes de movimientos sociales, sectores de iglesia de los pobres, políticos de izquierda y progresistas, se desarrolló un importante encuentro latinoamericano sobre el Area de Libre Comercio de las Américas para el 2.005, que es impulsado fehacientemente por el gobierno norteamericano, ya que con él pretende consolidar de manera definitiva un supuesto comercio en igualdad de condiciones con el resto del continente.

A propósito, el ex Canciller de la República Heinz Moeller Freire a pesar de su ideología, con criterio más fundamentado que los candidatos finalistas a la Presidencia de la República, manifestaba que ‘… si no existe igualdad de condiciones entre los países de América del Norte (Canadá y Estados Unidos) y las economías pequeñas de la región, Ecuador no formará parte del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA)… Sí los países desarrollados no reconocen con toda claridad las asimetrías económicas y de desarrollo que tenemos y conceden un tratamiento especial y diferenciado a economías como la ecuatoriana, es evidente que no podrá haber ALCA.’ .

Por supuesto, esta declaración tiene un sentido de defensa a la industria ecuatoriana, todos sabemos, de acuerdo a los parámetros impuestos por los EEUU, no estamos ni siquiera en capacidad de competir con los países vecinos, prueba de ello el ingreso masivo de productos a precios muy por debajo de los ofertados por los industriales ecuatorianos.

Dos tipos de reuniones se realizaron en la capital de la república, en los lujosos salones del hotel Marriot, Colón, Swissotel, entre empresarios, políticos, delegados presidenciales, partícipes y entusiastas para que el ALCA tenga acuerdos aceptables y duraderos, creyendo que ésta forma de integración los sacarán de la crisis y les permitirán implementar mercados y ofertar más productos, no creen en los subsidios, sino en la competitividad, en la libre oferta y demanda.

La mayoría de empresarios eran favorables a los acuerdos y en buscar mecanismos que los acerquen a llegar a consensos, otros como el Ecuatoriano Salomón Larrea, Presidente de la Cámara de Agricultura de la II Zona y ex ministro de agricultura, quién desde una posición crítica decía: ‘…comprobé el efecto devastador de la globalización de manera especial en los pobres’. ‘…Destacó la agricultura del país: 3 millones de habitantes involucrados son el 60% de la población laboral que recibe solo el 12% de las utilidades de los bienes básicos, 60 va a los supermercados y 16 a la transportación….Advirtió que el ALCA se convertirá en un segundo 11 de Septiembre en Latinoamérica si no hay acuerdo en el tema’ .

Similar actitud de rechazo y protesta lo hizo cuando conoció que el presidente Bush promulgo una nueva Ley Agrícola con importantes subsidios al sector agrícola norteamericano, en la cual se estima que en los próximos diez años se beneficiarán con 180.000 millones de dólares, los productores de Maíz, lenteja, trigo, soja, algodón, garbanzo, maní. El Presidente de la Cámara de Agricultura de la II Zona, ‘…calificó de ‘desastrosa’ la medida del Senado estadounidense, ya que ésta distorsiona en mayor grado los mercados, permitiendo una competencia desleal’ .

Otro de los temas espinosos es el de los subsidios, asunto en el cual el gobierno de los EEUU y parte del sector empresarial-agrícola, pretenden imponer en América Latina la rebaja de los aranceles especialmente en la agricultura, pero no quieren saber nada de eliminar los subsidios y las medidas antidumping, en su país.

Rodrigo Lasso, ex Ministro de Agricultura y Ganadería del Ecuador, dice que ‘Si los países más desarrollados del planeta subsidian a sus agricultores es porque han comprendido que siendo la producción agropecuaria el primer módulo de una larga cadena agroalimentaria, no es competitiva con otras actividades pues sus márgenes de rentabilidad son muy estrechos. El valor de intercambio entre productos agrícolas, servicios, educación, tecnología, diversión y espectáculo, es cada vez más distante’ .

La reunión sobre el ALCA realizada en Quito, entre Octubre y Noviembre del 2.002, terminó como siempre en ofertas demagógicas, entrega de dinero a los países pequeños para que no se opongan a dicho acuerdo. Así procedió el secretario de Comercio Exterior norteamericano el señor Zoellick, ofreció 140 millones de dólares a los países que apoyen al acuerdo.

El Ecuador se benefició con el ingreso al mercado norteamericano mediante la denominada ampliación de la ley de preferencias arancelarias y erradicación de la droga (ATPDEA), con lo cual podrán exportar más de 6.100 productos con arancel cero, entre otros, artículos de cuero, calzado, textiles, atún empacado al vacío.

La orden imperial de implementar el ALCA-TLC ha como de lugar, profundiza la apertura comercial, desregulariza el sistema financiero, acentúa el proceso de desindustrialización, intenta de manera unilateral dolarizar la economía del continente, debilita el Estado Nacional en América Latina y el Ecuador.

Dolarización unilateral que según el FMI, ‘.no exige un largo proceso de armado de instituciones comunes y logro de consensos, aunque impide a los países de América Latina dolarizados tener ingerencia en la política monetaria de Estados Unidos o, lo que es más importante, beneficiarse con el respaldo del sistema financiero local por parte de la Reserva Federal.(.).el principal rédito de dolarizar consistiría en neutralizar la poca credibilidad de sus instituciones monetarias, probablemente causada por un historial de incumplimiento de las paridades cambiarias fijas, de financiamiento monetario del déficit fiscal o del sistema bancario, y de alta inflación’ .

Con la aplicación del ALCA, corremos el riesgo de retornar a una economía primaria exportadora, permanentemente deficitaria en términos económicos, tecnológicos, financieros y comerciales, con lo que nos convertiremos definitivamente en neocolonia norteamericana, más aún si persistimos en mantener la dolarización.

Pese a lo expuesto la burguesía Guayaquileña ha llegado a los extremos al presionar que el país salga de la Comunidad Andina de Naciones -CAN-, para facilitar o dejar expedito el camino para el ALCA, mecanismo con el cual los EEUU, pretenden absorbernos de manera definitiva al Ecuador en particular y América Latina en general.

Tomemos como ejemplo el caso de Estados Unidos y México, y veremos que el dumping’ es uno de los instrumentos proteccionistas más recurridos desde los años ochenta debido a la apertura comercial que han experimentado varios países. Vender mercancía en un mercado extranjero a precios por debajo del valor normal (precio interno) constituye, para algunos países, una acción injusta, depredatoria y desleal: tal es el caso de Estados Unidos (EU). ‘Las cortes de Estados Unidos han dictaminado que el dumping es un elemento predatorio que encierra un mal actuar. Este lenguaje es muy agresivo para una simple diferencia de precios en diferentes mercados, como puede ser la competencia’ ‘ .

El Secretario de Estado Norteamericano Collin Powell decía: ‘Nuestro objetivo con el ALCA es garantizar a las empresas estadounidenses el control de un territorio que va del Polo Norte hasta el Antártico, el libre acceso sin ningún obstáculo o dificultad para nuestros productos o servicios, tecnología y capital en todo el hemisferio’.


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